LA RECUPERACIÓN DEL 1% CULTURAL DESPUÉS DE TRES AÑOS, OXÍGENO PARA EL PATRIMONIO

El Hospital de la Concepción y el monasterio de San Salvador de Oña fueron los últimos bienes recuperados con cargo a esta partida, procedente de los presupuestos de Fomento

Diario de Burgos - 08/12/2014

 

Que el Teatro Principal, el Hospital de la Concepción o la Casa de los Cubos no sucumbieran a la ruina no fue solo por empeño del responsable municipal de turno, sino porque la profusión de obra pública entre mediados de los noventa y la primera década del siglo XXI lo hizo posible a través del denominado 1% cultural; es decir, a través de las migajas del presupuesto que cada Gobierno destinaba a la construcción. Ese aparentemente pírrico importe ha sido el responsable de que en toda España se haya podido mantener una ingente cantidad de patrimonio, y de ahí que se haya reivindicado con tanto ahínco durante los últimos tres años, en los que en consonancia con el recorte introducido en los presupuestos del Ministerio de Fomento, tampoco se destinaba nada al mantenimiento del patrimonio por esta vía. Ahora, el Gobierno vuelve a recuperarlo y para compensar un poco la caída presupuestaria, eleva hasta el 1,5% la reserva que debe hacerse en cada obra.

La Ley de Patrimonio Histórico Español de 1985 establece en su artículo 68 que «en el presupuesto de cada obra pública [de más de 600.000 euros], financiada total o parcialmente por el Estado, se incluirá una partida equivalente al menos al 1 por 100 de los fondos que sean de aportación estatal con destino a financiar trabajos de conservación o enriquecimiento del Patrimonio Histórico Español o de fomento de la creatividad artística, con preferencia en la propia obra o en su inmediato entorno». Y aunque en los años noventa los proyectos se seleccionaron con cuentagotas, las partidas eran muy generosas. El exponente burgalés es el Teatro Principal, reabierto en 1997 tras una inversión de 2,7 millones. La segunda más alta de la historia con cargo a esta ‘limosna’ del Ministerio de Fomento. Previas al siglo XXI son también las rehabilitaciones de la plaza del Ayuntamiento de Gumiel de Izán, del albergue de peregrinos y la escuela taller de Belorado, del Hospital de San Juan de Hontanas también para albergue y la reparación de cubiertas del Ayuntamiento de Viloria de Rioja.

Algunas de ellas se completaron en la primera mitad de los años noventa, pero otras tantas se completaron entre 1996 y 2003; fechas casi coincidentes con los mandatos de José María Aznar. Es el caso del Teatro Principal burgalés, de las obras de acceso a las excavaciones de Atapuerca; de las obras de protección y señalización del dolmen de La Cotorrilla, en Sargentes de la Lora; el proyecto de construcción del nuevo parador de Lerma; la rehabilitación del antiguo colegio de San Nicolás de Burgos (Instituto Cardenal López de Mendoza); de la rehabilitación del teatro de Belorado; la primera fase de la restauración del Teatro Romano de Clunia, en Peñalba de Castro; la restauración de la Torre del Reloj y escalinatas del monasterio de San Salvador de Oña; la rehabilitación de dos puertas de la Cerca Medieval de Villahoz; la rehabilitación del monasterio de San Juan de Ortega para albergue, en Barrios de Colina; la restauración de los paramentos exteriores del claustro de la Catedral; la rehabilitación del Teatro Salón Apolo, en Miranda; y la consolidación de la torre del Castillo de Castrovido, en Salas de los Infantes. En total, en este período hubo una inversión de 3,7 millones de euros, el triple de lo invertido hasta 1996.

Casa de los Cubos

Casa de los Cubos

No obstante, y como prueba inequívoca de lo que fue este país, la lluvia de millones llegó con el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, entre 2004 y 2011. En este plazo se asumió la reforma de la Casa de los Cubos y la de los Lerma para convertirlos en albergue de peregrinos de la capital (la obra que, hasta la fecha, más fondos ha acaparado), la remodelación del Hospital de la Concepción; la segunda fase de la restauración del Teatro Romano de Clunia; la reforma de la pavimentación de la plaza de la Iglesia y la de Manuel Mendoza, en Vadocondes; el castillo de Castrojeriz; el Rollo Jurisdiccional de Jaramillo de la Fuente; los yacimientos de icnitas de dinosaurios en Mambrillas de Lara, Salas de los Infantes y Regumiel de la Sierra; la segunda fase del monasterio de San Salvador de Oña; la rehabilitación del antiguo edificio de viajeros ‘Estación de segunda clase’ de Miranda de Ebro; y, por último, la restauración del puente romano de San Ciprián, en Cerezo de Río Tirón. En total, más de nueve millones y medio de euros, cantidad significativamente superior a la del período anterior. En total, quince millones en casi una treintena de actuaciones.

PRIORIDAD

Ahora, tras la supresión obligada por el parón de la obra pública, el Gobierno recupera el conocido como 1% cultural, pero introduce algunas novedades en la selección de proyectos a financiar. Una de ellas es, como no podía ser de otra manera, la «priorización» de acuerdo a determinados criterios de eficiencia. En concreto, el Gobierno explica en el documento oficial que retoma estas partidas que «la actual coyuntura presupuestaria, así como el análisis y evaluación de las actuaciones hasta ahora financiadas, aconsejan introducir criterios de priorización en los proyectos a considerar, de forma que, junto con el objetivo central de conservación y enriquecimiento de nuestro patrimonio, se tenga en cuenta también su efecto en la dinamización económica así como sobre la creación de empleo».

Las solicitudes a esta nueva convocatoria, publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) del pasado 27 de noviembre, podrán presentarse hasta mediados de diciembre. Para más información, consultar el anuncio.

 
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