La producción artística experimenta un gran cambio a lo largo del siglo XIX. La creación de centros de enseñanza, el apoyo de las instituciones y el dinamismo social favorecieron en gran medida la formación de artistas y la introducción de nuevos estilos y temas.

Mención especial requiere Dióscoro Puebla Tolín (1831-1901), que fue alumno de José de Madrazo en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando. En 1858 obtuvo una pensión para una estancia en Roma, donde se contagió del clasicismo habitual entre los pensionados. Llegó a ser presidente de la Sección de Pintura de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y director de la Escuela Especial de Dibujo, Pintura y Grabado. En su obra destacan las grandes composiciones de tema histórico, siendo muy conocido por su cuadro titulado “Primer desembarco de Cristóbal Colón en América”. Asimismo, se dedicó a la pintura de temas literarios y a temas fantásticos de carácter romántico. Cultivó también la pintura de género y el retrato. En el Museo de Burgos se exponen varias obras suyas de inspiración literaria y mitológica.

Otro importante pintor burgalés del siglo XIX es Andrés García Prieto, autor del cuadro titulado “La tarantela”, realizado durante su estancia como pensionado en Roma.

A caballo entre los siglos XIX y XX destacan las obras de tres artistas: Luis Manero Miguel (“El molino”), Julio del Val Colomé (“Campesinos burgaleses”) y Encarnación Bustillo Salomón (“Las camareras de la Virgen”).

En cuanto al siglo XX, están presentes importantes autores, como Manuel de Lambarri, Aurelio Blanco, Luis Gallardo o Fortunato Julián, además de una selección de los mejores pintores burgaleses contemporáneos, como José María Muñoz Melgosa, José Vela Zanetti, Modesto Ciruelos, Luis Sáez, José María González Cuasante, Antonio Sanz de la Fuente o Ignacio del Río.

Por último, respecto a la escultura del siglo XX, se encuentran representados Francisco Ortega Díez, Alberto Bañuelos y José María Casanova.